El AC Milan y el Manchester United se preparan para renovar las hostilidades en el partido de vuelta de su última batalla de la Europa League 16 en San Siro la noche del jueves.
Los dos bandos jugaron un empate 1-1 en el partido de ida en Old Trafford, ya que la inteligente cabecera de Amad Diallo fue cancelada por el tardío ecualizador de Simon Kjaer para el Milán.
Previa de partido
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Una tan esperada corona de la Serie A parece estar esquivando una vez más al AC Milan, ya que Matteo Politano consiguió el gol que impulsó al Napoli a una victoria de 1-0 en el césped de San Siro ya que los Rossoneri cayeron nueve puntos por detrás de amargos rivales Inter Milan en la carrera por la gloria.
Con sólo dos victorias para presumir de sus últimos nueve en todas las competiciones, un Milan sin Zlatan Ibrahimovic-less no sólo ha luchado a nivel nacional, sino también continentalmente, pues rasparon el pasado Crvena Zvezda en goles fuera de casa antes de rescatar un empate en las brasas moribundas de la batalla de la semana pasada en Old Trafford.
Fue un cuento de dos encabezados en Manchester cuando la estrella adolescente Diallo vio su poco característico bucle de esfuerzo sobre Gianluigi Donnarumma en la red, pero Milán y su actitud de nunca decir morir reclamaron lo que podría resultar un gol visitante crucial a dos minutos en tiempo de lesión del segundo tiempo, ya que Kjaer dirigió una cabecera porteros y Dean Henderson no pudieron mantenerlo fuera.
Ciertamente hubo preguntas sobre la guardameta del internacional de Inglaterra, pero Pioli no pensará en la manera del gol ya que Milán espera producir los bienes en suelo casero -algo que ha resultado más fácil decirlo que hacerlo en las últimas semanas.
En efecto, las dos victorias de los Rossoneri en su decepcionante hechizo han llegado ambas en territorio rival, y ahora han intentado y no han podido subir triunfos en casa cuatro veces seguidas desde que venció 4-0 a Crotone el 7 de febrero, por lo que otra descorazonadora salida temprana de la competencia continental por el otrora temido Milán no tendría a los fieles de San Siro rebordeando de confianza rumbo a la primavera.
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Ole Gunnar Solskjaer aún debe preguntarse cómo su capitán Harry Maguire logró perderse inexplicablemente desde menos de un yarda fuera en la ida, y el mánager noruego ahora debe apuntar a aprovechar sus propias experiencias de heroicas noches europeas para mantener vivas las esperanzas de la platería del United.
Los Diablos Rojos tuvieron que confiar en un desafortunado gol propio del incondicional defensivo de West Ham Craig Dawson en el fin de semana, pero sin embargo demostraron su proeza defensiva para mantener una quinta hoja limpia en seis partidos y extender su racha invicta a través de todas las competiciones a 13 partidos con esa estrecha 1-0 victoria en suelo casero.
No obstante, cuatro de las últimas seis salidas del United han terminado con el botín compartido y han hecho muescas un mero cuatro goles en esa carrera -con las afamaciones de lesión de Edinson Cavani y la especulación de transferencia haciéndoles ningún favor en ese frente- pero los visitantes pueden al menos tomar el solace de que han marcado en todos sus 13 juegos de eliminatoria de Europa League fuera de Inglaterra.
Además, los cargos de Solskjaer se han hecho reconocidos por su notable forma visitante este término, con los visitantes invictos en sus últimos 12 en la carretera y presumiendo sábanas limpias en sus últimos cuatro - sin duda una receta para el éxito ante un equipo de Milán que simplemente no puede hackearlo en casa.
Hace quince años, los simpatizantes habrían esperado ver a estos dos clubes reunirse en la final de la Champions League en lugar de los últimos 16 de la competencia secundaria de Europa, pero sin ser ninguno de los equipos los powerhouses que alguna vez fueron, otro disparo a la platería continental pasará por United o Milán como sus respectivos directivos intentan restaurarlos a sus antiguas glorias.